El amor de Dios es tan profundo que proveyó un camino para que todos tus pecados sean completamente perdonados. Romanos 5:8 dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Jesús tomó el castigo por tus pecados al morir en la cruz. Su sacrificio abrió el camino para que seas salvo.
Dios te llama a apartarte de tus pecados y poner tu fe en Jesús. Hechos 3:19 dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados,” porque sin fe es imposible agradar a Dios. Cuando te arrepientes y confías en Jesús, eres perdonado de todos tus pecados y recibes el regalo de la salvación. Con una conversión verdadera, comenzarás una relación personal con Dios, y un día estarás con Él para siempre en el cielo.